En esta reforma era muy importante sacar todos los armarios posibles porque había muy poco espacio para guardar. La ventaja es que la habitación tenía muchos metros y estaba en una buhardilla. Por un lado la complicación del techo inclinado es que resta metros útiles a la estancia, pero al mismo tiempo tiene el encanto de las habitaciones abuhardilladas, se producen juegos de luces y sombras, cruces de planos rectos e inclinados y una sensación de calidez importante.
Para su decoración, se pensó en una madera maciza para el suelo. Da elegancia y calidez y para la pared, una combinación de papel de rayas y flores. Este último, para el cabecero, que al mismo tiempo hace de cuadro decorativo. Todo el papel está en tonos burdeos y cremas, lo que da al dormitorio sensación de armonía y tranquilidad.
El problema inicialde los armarios se resolvió ampliando el armario existente hacia ambos lados cubriendo gran parte de la pared, y en la pared situada a los pies de la cama, se realizó otro armario a juego ocupando todo el espacio y aprovechando toda la pared hasta el techo, quedando así un armario abuhardillado.
El material utlizado para la fabricación de los armarios fue la madera de cerezo y en los frentes se les colocó un cristal. Conseguimos así mantener la calidez de la madera y la ligereza del cristal. Tras él se colocó un visillo dando a todo el conjunto un aspecto muy cálido.