Es bien sabido, a la hora de comprar una casa, que: «quién tiene un jardín tiene un tesoro»; una zona personal al descubierto dónde disfrutar de las tardes de verano y primavera, ver jugar a los niños y preparar barbacoas con la familia y amigos. Sin embargo, tras años de uso, podemos darnos cuenta de que nuestro pedacito de tesoro nos supone demasiado trabajo y mantenimiento en una vida ya de por sí ocupada, o que no cumple con todo lo que esperábamos.
En esta situación se hallaban los nuevos dueños de la vivienda cuyo proyecto os traemos hoy. Esta pareja se encontraba en su nuevo hogar con un jardín sin diseño previo, envejecido y poco práctico para disfrutarlo junto a sus tres hijos con seguridad. No obstante, lo que supieron ver, y trasladarnos, fue el gran potencial que aquella zona podía darle a su nuevo hogar.
El proyecto que hicimos nos permitió, al mismo tiempo, renovar los elementos del jardín adaptando su distribución para un mejor uso, mantenimiento y conservación.
La incómoda escalera de acceso al jardín, que originalmente salía en un pequeño espacio lateral, fue sustituida con unos escalones que permiten, de forma mucho más estética y confortable acceder al jardín desde toda la amplitud del porche, el cual con este cambio ganó el protagonismo y uso que merecía.
Una vez en el jardín se puede observar como hemos renovado el césped por uno actual, más alto y muy similar al natural. Retirando, además, un pequeño bordillo del lado derecho y reemplazándolo por unas vigas traviesas que resaltan el conjunto.
En la zona solada se instaló una pérgola para poder aprovechar el espacio tanto en verano como en primavera y poder disfrutar así de la barbacoa ampliada que pasó a ocupar el frente y parte del lado derecho, convirtiéndose en un elemento mucho más moderno complementado con dos encimeras y una pila que darán un servicio muy funcional a la misma.
Las arizónicas, ya antiguas y demasiado crecidas, a lo largo y ancho, se retiraron del lateral con el vecino siendo sustituidas por un moderno muro contiguo de bloque de hormigón en blanco. Esta elección permite una mayor limpieza y orden junto con la posibilidad de instalar iluminación adicional para disfrutar de las noches. También se retiraron las arizónicas del frente de salida al jardín comunitario, para poder continuar la valla y complementarla con una puerta de aluminio y dos rejas laminadas que en color chocolate se integran con el diseño del mobiliario de la vivienda.
Las arizónicas del lateral derecho se conservaron, pero para estas, con vistas a generar el mínimo trabajo de mantenimiento se instalaron puntos de riego por goteo que se extendieron también a los macetones colocados a lo largo del muro continuo y al pequeño parterre para plantas que se diseñó.
Como puede observarse este diseño a sido un placer para nosotros y se ha realizado para aportar modernidad, comodidad y diseño a un jardín que de ahora en adelante se convertirá de verdad en un tesoro para la familia.
