Decorar sin reformar

Muchas veces necesitamos decorar o dar una vuelta a una o varias piezas de nuestra vivienda. Una opción es reformar la casa y cambiar las distribuciones o tamaño de las habitaciones, pero a veces, solo con cambiar la decoración es suficiente.
En esta vivienda el origen de la modificación empezó en el dormitorio de los niños. Se habían cansado ya de los nórdicos de princesas y muñecos Disney, pero no eran suficientemente mayores para quitar los dibujos de las paredes. Una solución intermedia resultó al cambiar las tapicerías. Unos nórdicos nuevos, combinados con los cubres, cortinas, cojines y alfombra, han dejado los dormitorios organizados, completos y armoniosos. Y cuando los niños estén preparados para hacer desaparecer los muñecos de su vida, el resto del conjunto les valdrá aunque hayan cumplido años. Sólo hemos cambiado la decoración y parecen otros dormitorios.
En el dormitorio principal el problema es la iluminación. Una habitación orientada al norte, con una ventana dentro de una terraza, que no permite tanta luz directa y un color verde hoja en la pared hacen del dormitorio un lugar oscuro que necesita siempre luz eléctrica. Al cambiar el tono de las paredes por crudos, con la pared del cabecero en papel dorado, un cabecero tapizado más claro y unas cortinas, que aunque son marrones dejan pasar la luz, el dormitorio consigue esa claridad y alegría que necesitaba. Por último, la lámpara con cristales que multiplican la luz, completa el conjunto para que por la noche la habitación resulte tan luminosa como de día.

Después

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Antes

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